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• Un “zapato” para nieve
• Pantufla moderna
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Historia del calzado: Perdido en el tiempo, hace unos quince mil años, o quizás más, un cavernícola quiso proteger sus pies del hielo que los hería y casi le impedía pisar y caminar. VOLVER
Pies protegidos
En una demostración clara de su capacidad para improvisar, inventar o solucionar problemas, se le ocurrió envolver sus pies con un pedazo de de cordel de que disponía.
Con su cómoda y protectora recién creada "pantufla" pudo salir a la intemperie sin importar el frío. El concepto de calzado había nacido.
Después mejoró la calidad de ese invento protector y utilizó materiales más firmes, como el cuero endurecido o algunas fibras vegetales resistentes.
La historia del calzado, así iniciada, nos lleva a España y Francia donde, en pinturas rupestres de la época magdaleniense de hace unos catorce mil años, encontramos las primeras noticias gráficas de su uso. Si de testimonios físicos se trata, la pieza de calzado más antigua que se conoce, en buen estado, son unas sandalias confeccionadas en paja trenzada o en láminas de hoja de palmera, procedentes del antiguo Egipto. VOLVER
Un "zapato" para nieve
Conforme la especie humana evolucionaba, el calzado también evolucionaba y se le fueron añadiendo otras funciones a la original de protección y aislamiento como son la social y la estética.
Existen modelos del calzado de civilizaciones antiguas, tales como los egipcios, chinos, vikingos, y de aborígenes. Sin embargo, con el paso del tiempo, el poblador rico y el influyente comenzaron a distinguirse por la artesanía y la decoración que caracterizaban a sus zapatos.
Históricamente, los soldados romanos no llevaban zapatos ni ningún tipo de calzado específico, de acuerdo con los parámetros de entrenamiento y fuerza que estos debían desarrollar. Más tarde, cuando se institucionalizaron las celebraciones en el Circo, utilizaban una plantilla de piel y cuero en bruto para correr y desplazarse por toda la arenilla. Los zapatos amarrados a las piernas se convirtieron en piezas claves de los trajes romanos.
Hasta finales del siglo IV, la sandalia es el calzado por excelencia y fue sustituido por el calzado rudo, confeccionado con pieles de animales, de los bárbaros. VOLVER
Pantufla moderna
La siguiente transformación importante no llegó hasta el siglo VII con el advenimiento de los carolingios que usaron todo tipo de polainas que dejaban al descubierto los dedos.
Pero los diseños de los primeros zapatos no siempre fueron funcionales y cómodos. Los primeros zapatos usados en la Europa moderna, se vieron en las cortes francesas, en los siglos XIII y XV. En los siglos XVI y XVII eran anchos y planos, poco adecuados para caminar.
Otros modelos tenían el talón tan alto y estrecho, que no solamente el desplazarse era difícil sino que su peso originaba dolores en los tobillos. Este modelo creó más tarde los zapatos con "plataforma", populares a partir de 1970.
De todos modos, los modelos de zapatos usados antes de 1600 eran incipientes y simples. Las plantillas que protegían los pies eran hechas de corcho, cuero o piel. Para sujetar correctamente la plantilla al pie, los fabricantes utilizaban clavos y metales.
En cuestión de calzado, es indudable que cada persona tiene sus propios gustos. Según las tradiciones chinas, los pies pequeños son de princesa.
Para princesas y plebeyas el calzado se ha convertido hoy en día en un elemento esencial de la moda. Unos buenos y finos zapatos embellecen un traje, o, por el contrario, unos toscos y feos lo desacreditan.
En el mercado de la moda existen modelos y moldes de zapatos y calzado de todos los estilos y para diferentes ocasiones. Los hay finísimos y delicados, como las zapatillas del ballet. En cuero, materiales sintéticos o en gamuza, para vestir de gala o para descansar en casa.
El mocasín moderno se deriva del zapato original adoptado en climas fríos por los indios, los esquimales y los siberianos norteamericanos, y de ese mocasín indio, que a su vez es copia del sistema usado por los primeros hombres, renació la útil pantufla. (Ver Calzado antiguo).
Las pantuflas son llamadas también babuchas, que era un zapato ligero y sin tacón usado por los moros ya en el siglo XII.
Hoy en día se define pantufla o pantuflo, como una "chinela o zapato sin oreja ni tacón que, para mayor comodidad, se usa en casa".
La definición habla por sí sola. El antecedente más reciente de la pantufla es, entonces, la chinela, una zapatilla ligera, de descanso, que se usaba en el siglo XIV.
El diseño de la chinela se jerarquiza de acuerdo a los materiales de uso, como tejidos tecnológicos, laminados brillantes, tules, transparencias y accesorios.
El nombre deriva del italiano cianella, una variante dialectal del también italiano "pianella", que es un diminutivo tanto de piano como de plano o llano.
Como vemos, nuestra fiel pantufla tiene su historia. No podemos decir que alguien la "inventó", pero su presencia en nuestras vidas está íntimamente ligada a la interesante historia del calzado, que estamos conociendo.
En el curso de esa historia, el zapato y los materiales que lo forman han evolucionado. En su confección se han empleado metales, pieles (algunos sin curtir o con pelo), hojas de palmeras, maderas de diferentes tipos, sedas, bordados y una larga lista de materias diversas.
Durante la Edad Media se impone "la moda" de los zapatos acabados en punta, quizá por influencia oriental a través de las cruzadas. Pero las puntas fueron creciendo de tal forma que apareció el zapato de punta retorcida, que se convirtió en un claro atributo de clase.
El Renacimiento impuso, como ocurre normalmente con la moda, la tendencia totalmente contraria; zapatos exageradamente anchos, llamados "patas de osos" o "morros de vaca". También corresponden a este periodo los chapines, predecesores de los zapatos de plataforma de fines del siglo XX.
A finales del siglo XVI y principios del XVII apareció el tacón cuyo origen tiene, al parecer, una razón práctica ya que afirmaba a los estribos las botas de montar. Sin embargo, esta función práctica fue cayendo en desuso y el tacón se incorporó al calzado femenino como un elemento puramente estético, y variando formas y altura se ha mantenido desde entonces hasta nuestros días.
Durante el Barroco, el zapato adquiere todas las influencias estéticas del momento, con una marcada preferencia por las líneas curvas, la seda, el terciopelo, los bordados, bucles y bridas.
Los franceses llamaban brodequins pointus y después á la poulaine, a una especie de zapatillas puntiagudas, hechas con pieles y telas traídas de Oriente.
Pero la Revolución Francesa acaba con todos los símbolos de la aristocracia y los ciudadanos calzan simples zapatos planos.
Durante el Consulado y, por supuesto, durante el Imperio, los zapatos van recuperando sus adornos. Escarpines y borceguíes se usan junto a las cómodas pantuflas, con cueros de colores y cintas de seda.
Con Luis Felipe II, la moda en los trajes femeninos, que acentuaba el busto, trajo de nuevo los tacones. Los hombres optan por la simplicidad y usan la botina que durará prácticamente un siglo.
A partir de ese momento, como ocurre con la moda en general, todo sucede de modo rápido. Botas con botones, botas atadas, nuevos materiales, diferentes tipos de calzado acorde con diferentes tipos de actividades. VOLVER
Zapato hecho a mano
Hacia mediados del siglo XIX la fabricación del calzado se industrializa, aunque, por su estandarización, no consiguen la calidad del calzado artesanal. El zapato "hecho a mano" sigue siendo sinónimo de calidad.
Tan serio e importante es el tema del calzado que tres científicos checos quisieron probar personalmente cómo caminaba la gente en la Edad de Piedra con el calzado que fabricaban con pieles de animales, heno y corteza de árbol. Para ello, utilizaron réplicas de las botas del llamado "Hombre de los Hielos", hallado en los Alpes en septiembre de 1991. VOLVER
Evolución de los zapatos
La industria del calzado ha recorrido un largo camino, desde los tiempos primitivos hasta la producción en serie del calzado.
La industria del calzado tiene sus orígenes casi en forma conjunta con la humanidad, ya desde el paleolítico superior había técnicas de tratamiento de pieles de animales que eran usadas para crear protectores para los pies, especialmente en la zona más fría de Europa del Norte.
Durante la época del Bajo Imperio Romano surgieron los primeros talleres de sandalias muy básicas elaboradas con hueso cuero y soga en donde los maestros artesanos las creaban por encargo. Esa forma de producción se mantuvo hasta el siglo XVII cuando aparecieron algunas grandes fabricas, muchas de ellas ubicadas en Francia, protegidas por las cortes y destinadas a la elaboración más sistematizada de productos de lujo. Si bien algunos de estos calzados se encontraban adornados con oro o piedras y algunos contaban con las primeras plantillas, de corcho, estos zapatos de nobles y reyes eran muy incómodos y pesador, en muchas ocasiones traían dolores y ocasionaban la torcedura de los tobillos.
Durante la Revolución Industrial se creó una numeración para el calzado y en el siglo XIX se perfilo el modelo de fábrica que rige en la actualidad.
El proceso de fabricación del calzado va incorporando mejoras tecnológicas, como por ejemplo, maquinas cortadores más precisas que permiten aprovechar de mejor manera las materias primas y un sistema de curtido con disolventes químicos que mejoran su calidad, la aguja de acero ayuda a mejorar el cocido y las colas sintéticas bajaron os costos y mejoraron la resistencia.
En la actualidad se prueban nuevos materiales como la goma para las suelas. VOLVER
Fabricantes de zapatos
• Gucci (Italia)
• Ricky Sarkany (Argentina)
• Nike(Japón)
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Moda de zapatos: Verano 2010-2011
Los diseñadores de moda pusieron su mejor esfuerzo y nos deleitan con modelos de zapatos a escoger, solo queda que tomes tu decisión y escoger el modelo que más te agrade. Pero no te olvides de hacerte una buena pedicure para lucir tus hermosos pies. VOLVER
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